La
asociación Valencia de Espina Bífida es es una asociación que lleva en
funcionamiento desde 1977, realizando proyectos y programas con la misión de
promover el desarrollo global de las personas con espina bífida o patologías
similares.
Para
conocer que es la Espina bífida de una manera diferente, entretenida y
educativa a su misma vez, pongo un enlace en el que hay un cuento llamado los
zapatos de Marta, una niña con Espina bífida.
La
asociación tiene un conjunto de diversos programas, cada uno de ellos con unos
objetivos distintos, pero con un mismo fin, la integración y el desarrollo
integral de la persona, por tanto es lógico que exista un programa de ocio y tiempo libre, un ocio sostenible y solidario cuyo fin último es la inclusión de
las personas con espina bífida.
Tratan
por tanto, de sensibilizar hacia la diversidad y el cambio social, promocionar
la accesibilidad universal y por tanto, crear las condiciones necesarias para
la participación en todos los aspectos del ocio, no solo de las personas con
diversidad funcional sino también de toda la ciudadanía, para conseguir así una
verdadera inclusión.
Trabajan
con dos grupos diferenciados, el grupo de los adultos y el grupo de los
pequeños, ya que, el ocio no es visto y comprendido de la misma manera en todas
las etapas de la vida.
Las
actividades que realizan son:
- Reuniones de grupo de amigos
- Salidas a jardines, patios, museos, cine etc.
- Deporte adaptado
- Talleres de música, de juegos de mesa etc.
- Viajes como por ejemplo a Porta Ventura
- Ocio nocturno.
Las
actividades dependen de lo que motive al grupo, ya que son ellos, los que deben
decidir qué hacer con su tiempo libre, por esto, como he dicho anteriormente,
se reparten en dos grupos, para conseguir adaptar las actividades a las
motivaciones de cada uno.
Se
planteaban que para poder realizar un ocio que fuera realmente inclusivo, debería
realizar las actividades junto con personas sin discapacidad, ya que sólo así conseguirían
que los usuarios o participantes de este programa se relacionasen con otras
personas. Pero se encontraban con problemas, ya que al ser personas con
movilidad reducida y que en muchas ocasiones necesitan ayudas para poder
moverse, como pueden ser sillas de rueda, no podían acceder a ciertas
actividades sin que anteriormente hubieran sido adaptadas aun así, la
asociación intenta que los participantes acudan en la mayor medida a
actividades que fomenten esa inclusión.
Otro
programa que lleva a cabo la asociación es el programa residencial de corta instancia. Este programa se trata de un piso tutelado, esto es, que conviven
actualmente 5 personas en un piso, en el que está todo adaptado a ellos, para
que puedan realizar todas las “actividades” como cocinar limpieza etc. Este programa
trata de trabajar todos los aspectos del individuo, su autonomía, habilidades
sociales, inserción laboral, formación académica etc. Es una instancia de corta
duración porque se trata de que la persona consiga unos objetivos que han sido
previamente establecidos y que son totalmente individualizados y una vez
conseguidos dejan el piso. Este programa residencial no sólo ayuda a la persona
con discapacidad, sino también a sus familiares, ya que aparte de a mi parecer,
que estos puedan ver como su familiar, puede conseguir autonomía y desarrollo personal,
aprenden también cómo poder adaptar su vivienda para que sea más accesible y no
perder así la autonomía del individuo.
Este
programa es totalmente voluntario, es decir, que son los propios participantes
los que eligen cuando entrar y cuando salir, ya que son ellos mismos los que deben
ver, si han conseguido los objetivos que se han propuesto ellos mismos o los profesionales.
La
relación con los profesionales encargados del piso es una relación de iguales,
es decir, que es considerado como un inquilino más y como un amigo más.
Lo
importante y recalcado por tanto, por los profesionales que allí trabajan es
que es un piso más por lo que, los fines de semana se van los inquilinos con
sus familiares, pueden traer amigos al piso etc. y como todos los pisos
compartidos, las tareas domésticas son repartidas por todos.
Después
de reflexionar acerca de la labor social llevada a cabo por la asociación, me
planteo hasta qué punto, se puede conseguir una integración y desarrollo de la
persona con diversidad funcional. Ya que, necesitan adaptar los espacios y las
actividades para que puedan realizarlas, pero como todos sabemos, adaptar los
espacios es una tarea difícil y muy cara, que no todas las personas pueden
permitirse y no suelen tener mucho apoyo económico para ello. Por tanto, hasta
donde podemos nosotros como profesionales integrar a la persona con discapacidad
sobre todo física, si ya los espacios públicos ponen barreras hacia la
inclusión, si la sociedad no está preparada para ello. En definitiva, el
profesional social, debe por tanto, acercar a la sociedad a la persona con
diversidad funcional, luchar contra las barreras que tanto a nivel político como
a nivel social se encuentran para así conseguir un desarrollo global del
individuo.
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