El barrio rojo
es un barrio en el que muchos niños viven rodeados de pobreza y de
prostitución. Muchos de los niños no se les deja ser niños ya
que desde bien pequeños tienen deberes y obligaciones como los adultos y muchas
niñas son introducidas en el mundo de la prostitución desde muy pequeñas. Estos
niños no van a la escuela por falta de medios y falta de ayudas sociales por
parte de su Gobierno.
Una mujer
fotógrafa se integra en el barrio rojo para conocer cómo viven allí y para
realizar fotografías y al observar la expectación que provoca en los niños
y las ganas que tienen de aprender comienza a enseñarles la fotografía, a
enseñarles a utilizarla y esos niños empiezan a ver su realidad a través de una lente.
La fotografía les
proporciona a los menores una oportunidad no sólo de aprender sino también de analizar
su realidad, de expresarse y de desarrollar la creatividad. Mediante la fotografía la mujer
intenta que éstos se labren un futuro, realizando exposiciones etc y además
intenta que los menores acudan a internados para que puedan tener una
educación y así salir del barrio rojo.
Durante todo el
documental se puede observar como el gobierno y la sociedad pone trabas a estos
niños por el hecho de ser del barrio rojo, esta situación más la dinámica establecida
en el barrio, hace que muchos de ellos no tengan oportunidades de salir de su
entorno, aunque algunos sí que lo consiguen, la mayoría no.
Así pues,
analizando el documental, se puede llegar
a la conclusión que aunque en muchas ocasiones no podamos cambiar la situación
de un barrio, ni de la mayoría de la población que allí reside, con esfuerzo,
dedicación y sobre todo, con el consentimiento de ellos, podemos conseguir al
menos que una persona cambie su situación y solo por eso, vale la pena
intervenir porque mejorar la calidad de
vida y el futuro de una persona es también cambiar el mundo.
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